Buscando información actualiza sobre temas institucionales que no es necesario mencionar en este momento, me topé con una foto de una mujer evidentemente enferma.
Lo que llamo a mi atención de tal acontecimiento tan casual, si se quiere, fue que esta fotografía era publicitaría y por lo tanto se la considera atractiva o por lo menos agradable.
En este último tiempo, esta muy bien visto hablar de anorexia como un fenómeno que ha surgido en este último tiempo y que esta asociado a una sociedad injusta, y etc. Cuanta hipocresía hay en todos lados, de esa enfermedad si que nunca se va a librar la humanidad.
Pero volviendo a lo que decía, la mayoría de las personas piensan que la anorexia es una enfermedad de estos últimos tiempos, pero ya en la Edad Media se hablaba de la misma, y se decía que transformaba a las personas que las padecían.
No hay dudas de que no se puede culpar a las personas enfermas de esto, ni emitir epítetos degradantes como suele hacerse y que no voy a repetir por una simple cuestión de respeto.
Muchas son las causas de esta enfermedad y generalmente están relacionadas con un trastorno en la autoestima de la persona. Generalmente surge cuando se produce una perdida (familiar, afectiva, económica), se relaciona con el suicidio, falta de autoestima, y una ambiente que exige de los individuos cada vez formas más irreales. Apariencias más plásticas, pensamientos más banales, prioridades más efímeras.
La cultura del placer y las apariencias solo puede producir trastornos y enfermedades; hagamos una prioridad de los acontecimientos cotidianos, de mirar televisión acostados con la persona amada, de abrazar a nuestros hijos, de jugar con la mascota, admiremos a la gente sana que no se mata (literalmente casi) por ser alguien que no es, y verse bien. Esa monotonía del día a día suele verse como algo negativo, pero es sumamente necesaria para que el espíritu se sienta alegre. La monotonía existe siempre, aunque intentemos no padecerla, y hay que comenzar a valorarla como algo que nos permite estar en contacto con la realidad.
Es muy triste ver como las jovencitas creen que deben verse como las modelos, con cuerpos irreales y delgadamente poco atractivos.
La belleza esta asociada, desde siempre, a la salud. Debemos hacer entender a la nueva generación que eso que quieren venderles como belleza en realidad no lo es, es un cuerpo enfermo en una mente deteriorada e insana. Es necesario que comience a decirse la verdad, una mujer extremadamente delgada no es atractiva, esas modelos sin pechos, ni caderas, ni curvas de ningún tipo no son dueñas de una belleza admirable. Hay casos excepcionales, claro esta. No quiero decir que toda mujer delgada no sea atractiva, sería falso afirmar tal cosa. Pero esta delgadez no natural, forzada, producida por no alimentarse, horas de gimnasio, pastillas, dietas… no es nada atractiva. La belleza de una mujer pasa por su naturalidad, sea delgada, obesa, rellenita, “normal”, flaca, alta… la sensualidad nunca existe cuando es forzada, las apariencias solo son eso. Nada forzado puede resultar atractivo resulta atractivo, y menos una cultura que impone que los cuerpos deben ser como lo dice un diseñador de modas que gusta de producir pantaloncillos para cuerpos irreales que se ven bonitos en muñequitos de exposición.
Realmente espero que la cultura de hoy en día del cuerpo “perfecto” se evapore. Pero de todos modos, siempre va a existir -lamentablemente- la cultura de las apariencias, solo que cambiara el paradigma.
Lo que llamo a mi atención de tal acontecimiento tan casual, si se quiere, fue que esta fotografía era publicitaría y por lo tanto se la considera atractiva o por lo menos agradable.
En este último tiempo, esta muy bien visto hablar de anorexia como un fenómeno que ha surgido en este último tiempo y que esta asociado a una sociedad injusta, y etc. Cuanta hipocresía hay en todos lados, de esa enfermedad si que nunca se va a librar la humanidad.
Pero volviendo a lo que decía, la mayoría de las personas piensan que la anorexia es una enfermedad de estos últimos tiempos, pero ya en la Edad Media se hablaba de la misma, y se decía que transformaba a las personas que las padecían.
No hay dudas de que no se puede culpar a las personas enfermas de esto, ni emitir epítetos degradantes como suele hacerse y que no voy a repetir por una simple cuestión de respeto.
Muchas son las causas de esta enfermedad y generalmente están relacionadas con un trastorno en la autoestima de la persona. Generalmente surge cuando se produce una perdida (familiar, afectiva, económica), se relaciona con el suicidio, falta de autoestima, y una ambiente que exige de los individuos cada vez formas más irreales. Apariencias más plásticas, pensamientos más banales, prioridades más efímeras.
La cultura del placer y las apariencias solo puede producir trastornos y enfermedades; hagamos una prioridad de los acontecimientos cotidianos, de mirar televisión acostados con la persona amada, de abrazar a nuestros hijos, de jugar con la mascota, admiremos a la gente sana que no se mata (literalmente casi) por ser alguien que no es, y verse bien. Esa monotonía del día a día suele verse como algo negativo, pero es sumamente necesaria para que el espíritu se sienta alegre. La monotonía existe siempre, aunque intentemos no padecerla, y hay que comenzar a valorarla como algo que nos permite estar en contacto con la realidad.
Es muy triste ver como las jovencitas creen que deben verse como las modelos, con cuerpos irreales y delgadamente poco atractivos.
La belleza esta asociada, desde siempre, a la salud. Debemos hacer entender a la nueva generación que eso que quieren venderles como belleza en realidad no lo es, es un cuerpo enfermo en una mente deteriorada e insana. Es necesario que comience a decirse la verdad, una mujer extremadamente delgada no es atractiva, esas modelos sin pechos, ni caderas, ni curvas de ningún tipo no son dueñas de una belleza admirable. Hay casos excepcionales, claro esta. No quiero decir que toda mujer delgada no sea atractiva, sería falso afirmar tal cosa. Pero esta delgadez no natural, forzada, producida por no alimentarse, horas de gimnasio, pastillas, dietas… no es nada atractiva. La belleza de una mujer pasa por su naturalidad, sea delgada, obesa, rellenita, “normal”, flaca, alta… la sensualidad nunca existe cuando es forzada, las apariencias solo son eso. Nada forzado puede resultar atractivo resulta atractivo, y menos una cultura que impone que los cuerpos deben ser como lo dice un diseñador de modas que gusta de producir pantaloncillos para cuerpos irreales que se ven bonitos en muñequitos de exposición.
Realmente espero que la cultura de hoy en día del cuerpo “perfecto” se evapore. Pero de todos modos, siempre va a existir -lamentablemente- la cultura de las apariencias, solo que cambiara el paradigma.